Literatura y Arte de la India: Arios

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¡Que lo disfruten!

jueves, 6 de diciembre de 2012

Arios


Autor: Jairo Cevallos.



“Mi madre, la diosa Tetis, de argentados pies, dice que las parcas pueden llevarme al fin de la muerte de una de estas dos maneras: Si me quedo aquí a combatir en torno de la ciudad troyana, no volveré a la patria tierra, pero mi gloria será inmortal; si regreso, perderé la ínclita fama, pero mi vida será larga, pues la muerte no me sorprenderá tan pronto.” (La Ilíada, Canto IX, 434).

En este pasaje de La Ilíada de Homero, puede verse  como Aquiles, según consejo de su madre, debe decidir entre una vida larga sin pena ni gloria y una vida corta pero de gloria inmortal. Y ésta última, es la cosmovisión del ario con respecto a la guerra.


LOS ARIOS: SU ORIGEN SEGÚN LA ANTROPOLOGÍA Y LA MITOLOGÍA

     Hablar sobre los arios, y sobre su origen, resulta una tarea bastante compleja, puesto que existen varias hipótesis planteadas al respecto por parte de estudiosos de la antropología y la arqueología, además, por fuentes religiosas y mitológicas.

     Haciendo referencia a los estudios antropológicos y arqueológicos, puede decirse que existen varias teorías científicas sobre su origen, a saber:

a. Origen caucásico. Que señala que el origen de los arios se circunscribe a la zona del Cáucaso que, según varios criterios, varía desde el Mar Negro al Mar Caspio, Los Montes Urales, o la zona montañosa de Afganistán. Esta es una de las teorías más aceptadas.

b. Origen centroeuropeo.  Que afirma que la cuna del pueblo ario estuvo en Europa Central y la zona Danubiana, debido a que en la época del bronce se elaboraban en esta región piezas de cerámica con un estilo campaniforme, que sostienen es de origen ario (teoría descartada, pues, al no encontrarse originalmente caballos en esta región, y siendo estos animales sagrados para los arios, su lugar de origen no podría coincidir con esta zona).

c. Origen finlandés. Esta teoría se denomina nordicista, y apela a las coincidencias étnicas de los arios con los habitantes de esta región (debido a que se ha identificado a los arios originales como personas blancas, de gran altura, dolicocéfalos, rubios y de ojos azules). Esta teoría tuvo gran auge a principios del siglo XX, más precisamente, en la época del Nacionalsocialismo, que señaló el origen de los arios en la península escandinava y norte de Alemania.

d. Origen en el Sur de Rusia. La mayoría de los científicos se inclinan por la teoría de la patria original de los arios en el sur de Rusia, en lo que hoy es Armenia (el prefijo ar connota un origen ario), caso parecido al aporte bíblico, del monte Ar-ar-at (dos veces el prefijo ar) donde, según el relato bíblico, se encontraría el arca del Diluvio Universal, lugar en el que  Noé y sus tres hijos Cam (padre de los camitas), Set (padre de los semitas) y Jafet (padre de los arios) se dispersaron con sus familias y poblaron el mundo.

d. Origen indio.  A finales del siglo XIX se habló del origen de los arios en la India, por ser la cultura védica la más antigua de las civilizaciones arias y debido a que en esa época había un crecimiento grande de los orientalistas.

     Como puede notarse, las hipótesis científicas son muchas, incluso hay algunas que hablan del origen ario en las Islas Británicas. Todas estas teorías, aunque ninguna pueda demostrar ser la verdadera, tienen en común que revelan que los arios habitaron todas estas regiones y que los pueblos que las habitan, actualmente, son en mayor o menor medida sus descendientes directos.
     Ahora bien, el tronco ario de la humanidad se ha mezclado, por lo que pueden identificarse varias ramificaciones o familias, que en la actualidad serían:

a. Los Nórdicos. Dolicocéfalos, rubios, ojos azules, espigados, de elevada estatura. (Se encuentran en el norte de Alemania, zonas de las Islas Británicas, Normandía, países escandinavos, Islandia, Norteamérica y Australia).

b. Los Bálticos. Braquicéfalos, rubios, ojos azules, estatura mediana, complexión maciza, pómulos salientes, ojos oblicuos (estos dos caracteres debido a su origen mongoloide). Se encuentran en los países bálticos como Polonia, Letonia, Estonia, Lituania y Rusia.

c. Los Alpinos. Braquicéfalos, cabello negro, baja estatura, espigados, ojos café, influencias de elementos asiáticos. Se encuentran en Francia, sur de Alemania, Hungría y Suiza.

d. Los Mediterráneos. Dolicocéfalos, morenos, estatura media, espigados, los ojos negros, el cabello crespo que habla de mezcla con elementos camitas. Ubicados en España, Portugal, sur de Francia, Italia, Rumania, Grecia y Ucrania. También puede decirse que hay elementos norteafricanos y turcos con mayoría de sangre aria mediterránea, pero son un porcentaje muy bajo de la población. El elemento mediterráneo también se encuentra en Sudamérica.

e. Los Dináricos. Braquicéfalos, morenos, estatura media, elementos asiáticos. Habitan los países balcánicos, Ucrania y el  Sur de Rusia.

d. Los Armenoides. Braquicéfalos, morenos, estatura media, rechonchos, debido a mezcla con elementos asiático-sirios. Se hallan en Armenia.

f. Los Irano-afganos. Dolicocéfalos, espigados, morenos, estatura media (importante elementos de sangre semítico-camita). Habitan Irán, Afganistán, Turquía e Irak.

g. Los Índicos. Dolicocéfalos, espigados, morenos, estatura media (mezcla con elementos dravídicos-negroides). En el Norte de la India y Pakistán.

     Obviamente, también puede encontrarse casos de cruzamientos entre estos sub-tipos o divisiones del tronco ario original. Todos estos pueblos tienen en mayor o en menor medida origen ario. Sin embargo, en el caso de los pueblos nórdicos, debido a su disposición geográfica, se han mantenido más puros y con menos mezclas que, por ejemplo, los arios de Asia (Irano-afganos, armenoides, Índicos). Tampoco se puede generalizar en las características del fenotipo de los pueblos, ya que, debido a las mezclas en mayor o menor medida con elementos no arios, puede encontrarse alemanes de cabello negro o españoles rubios, ingleses de ojos oscuros e indios de ojos claros, entre otros ejemplos.
     Ahora bien,  dejando de lado el punto de vista científico del origen de los arios, podría analizarse su origen de acuerdo a las diferentes religiones y mitologías. A continuación, algunas de ellas:

a. Mazdeísmo y las escrituras védicas. El mazdeísmo habla de una patria original, posiblemente en el ártico, en el polo norte. De ser así, ésta podría haberse desarrollado en una época antes de la era glaciar, y antes de la desviación del eje de la Tierra, cuando la zona ártica era una zona con un clima subtropical, una tierra habitable. Sea como fuere, siempre se ha dado a los arios un origen divino, ellos son quienes han venido de una tierra hermosa, llena de esplendor, donde no se conoce el hambre, las miserias, ni las enfermedades, donde habitan hombres y mujeres de una belleza física extraordinaria, altos, musculosos, blancos como la leche, sus cabellos son del color del oro y sus ojos del color azul del cielo, ese lugar es conocido como Airyana Vaejo.  Ahora bien, en las escrituras védicas es el Monte Meru el que se relaciona con el Airyana Vaejo de Auhra Mazda como lugar de origen de los arios. Es de mencionar que los científicos materialistas negarían de plano esta posibilidad, puesto que no le dan más de 10.000 años a la llamada civilización del hombre.

b. Atlántida. Por otra parte, esta teoría del origen de las familias humanas (entre ellas la Aria) apunta a la mítica Atlántida como lugar de origen. Esta región fue nombrada por el sacerdote egipcio Solon a Platón. Una isla que se habría hundido debido a un diluvio de proporciones gigantescas, y habría desaparecido para siempre, aunque según la crónica de Orea Linda lo que Solon le relato a Platón no fue el hundimiento del continente atlántico, sino de un hundimiento posterior de una de las islas que habría quedado desperdigada por el océano atlántico. También se ha hablado de otro continente perdido en el Océano Pacifico, los científicos modernos no han puesto en duda esta hipótesis y la han denominado Lemuria, algo que introduce otra teoría.

c. Hiperbórea, Atlántida y Lemuria. Mucho es lo que se ha escrito sobre estos continentes perdidos. Algunos autores ubican a estos tres continentes en un mismo tiempo cuando el eje de la Tierra no se había desviado y la disposición de los continentes era otra, otros autores como la fundadora del Teosofismo, H.P. Blavatsky, habla de siete razas y siete continentes, siendo los arios (la quinta raza), los atlantes, lemures e hiperbóreos los ancestros de la humanidad, aunque para Blavatsky estas razas vivieron separadas unas de otras, involucionando, metafísicamente hablando, de razas astrales incorpóreas a razas materiales, físicas. Por otra parte, según todas las mitologías, estos continentes sufrieron grandes cataclismos naturales (Hiperbórea quedó bajo los hielos, Lemuria o Gondwana pereció por el fuego y la Atlántida sucumbió por las aguas). Se ha dicho que estas regiones fueron habitadas por razas de gigantes, de increíble fuerza y belleza, así como de una inteligencia y una civilización superior a la actual. Se dice que los dioses castigaron a los lemures y a los atlantes con grandes cataclismos, pues estos habían cometido el pecado racial, al mezclarse con los hijos del animal hombre, según Blavatsky en su Doctrina Secreta, los aborígenes australianos, catalogados como los seres más feos y menos inteligentes (así como genéticamente se ha demostrado que son los más antiguos), serían producto de la mezcla entre una raza blanca solar divina, con una raza oscura e impura.
     Se ha dicho que luego del hundimiento de la Atlántida, castigo de los dioses por el pecado racial, y por la falsa idolatría y la práctica de la magia negra, muchos de estos sabios navegaron en diferentes direcciones, algunos llegando a los valles del Nilo y creando la primera gran civilización
moderna, siendo los Hierofantes sacerdotes atlantes guardianes del gran conocimiento hermético de las ciencias arcaicas. Otros, asentándose en Europa Occidental, fueron los constructores de los megalitos y de Stonehenge y quienes habrían iniciado a los druidas celtas en los conocimientos de la naturaleza; acciones que también realizaron  en las zonas del Tigris y del Éufrates, aquí tal vez en Asiría y Caldea haya habido magos atlantes practicantes de la magia negra y propiciadores de los sacrificios humanos.
     Estos sabios navegantes (semidioses) también habrían dado las bases para la construcción de la civilización del Valle del Indo y luego se habrían ocultado en ciudades secretas en el Tíbet o en el Himalaya, en las ciudades secretas de Agartha y Shamballa. También habrían llegado a América, los frisones o troyanos como los llamaría De Maihue, quien en la Crónica de Oera Linda habla de un marinero frison llamado Inka que navegaría en dirección contraria a sus hermanos Quetzacoalt, Viracocha, entre otros.
     Es un rasgo común el que estos semidioses hayan sido representados como gigantes, rubios y blancos, y una probabilidad, el que también hayan sido estos quienes crearon las civilizaciones de Tiahuanaco en Bolivia y quienes edificaron las Pirámides Mayas y Olmecas, y quienes enseñaron a estas tribus indígenas todos sus conocimientos. Por otra parte, sería el marinero frison Inka el creador de la civilización Inca, quienes se denominaban a sí mismos Hijos del Sol. Además, las leyendas de los indígenas sudamericanos hablan de ciudades escondidas donde habitaban estos dioses, a las que se ingresaría por todo un sistema de túneles a lo largo de Los Andes y de la selva amazónica. Allí estarían las ciudades míticas del Dorado, la Ciudad de los Césares, Paititi, entre otras. Muchas tribus del Amazonas y del Mato Grosso hablan de que ellos entraron en contacto con las ciudades de los dioses que se encontraban en el interior de la tierra. Estas suposiciones conducen a la siguiente teoría.

d. La Crónica de Akakor. Según este documento, una tribu indígena del Amazonas tendría contacto con estos dioses blancos y rubios; y según el jefe de esta tribu, después de la Segunda Guerra Mundial, doscientos alemanes con uniformes negros habrían venido a vivir a estas tierras para entrar en contacto con estos dioses a los que consideraban sus antepasados.
     Por otra parte, es prudente recordar que una sección de la SS de estudios antropológicos y metafísicos, la Anhenerbe, realizó importantes estudios y, según fuentes cercanas, grandes descubrimientos en regiones tan remotas como las selvas del Sur y Centro América, el Tíbet, la región del Cáucaso, entre otras. Lamentablemente, antes de que la Alemania nacionalsocialista cayera bajo el fuego de los aliados, muchos de los textos donde se daban a conocer nuevos descubrimientos, que por desgracia nunca llegaron a conocerse, “fueron quemados por la propia SS para que no cayera en manos de los judíos y sus aliados”. Estos comentarios llevan a escudriñar la siguiente teoría.

e. El Hitlerismo Esotérico.  Esta corriente también habla sobre el origen de los arios, hijos de dioses. Para ellos, los arios son héroes o semidioses, venidos de otro planeta o galaxia, que llegaron a la Tierra luego de un combate cósmico entre Lucifer y el demiurgo Jehová.
Lucifer-Apolo-Wotan junto con su legión de Ángeles caídos, semidioses y héroes, habitaron en Thule capital de Hiperbórea, en la Edad Dorada, tierra de gran belleza, eterna juventud, prosperidad y felicidad. Un gran cataclismo, producto de la mezcla del ario “el nacido dos veces” con las mujeres del animal-hombre, hizo que los arios bajaran de las regiones árticas a la zona de Asia central, al desierto del Gobi, en ese éxodo del pueblo ario, muchos tomarían caminos distintos, algunos bajarían a la India, otros regresarían a Occidente, siguiendo el camino de la Svástica, de la cruz solar, hacia donde un día estuvo la mítica Thule. También en este éxodo en el desierto del Gobi, es cuando los arios entran en contacto con una tribu semítica-nómada, los judíos, quienes se apropian de muchas de las leyendas y mitos arios, desde la dispersión de las llamadas 12 tribus, el diluvio universal, entre otras. Tomando en cuenta esta teoría, puede comprenderse la siguiente.

f. Doctrina Secreta de Blavatsky. Esta autora dice que los judíos son una secta Abrahámica expulsada de la India, cuyo patriarca Abraham, como la etimología de su nombre lo dice, seria un A-braham, No-braham, un expulsado de los arios de la antigua India, parecidos a los gitanos, quienes serian arios mezclados con los elementos dravídicos de la India, y serían los parias, sudras, los sin casta, expulsados por sus iguales, al traicionar a la raza y las leyes de Manu. Según la autora, es por esto que se podría explicar la eterna lucha entre arios y judíos, una lucha milenaria, cósmica, según los gnósticos, la lucha entre Lucifer, Luzbel, la luz más bella, Venus la estrella de la mañana, contra el demiurgo, JHWH, Yhavé y sus ángeles negros, los Eloihms. Es decir, una lucha entre el mundo de la luz, solar, venusino, contra el mundo de la materia, lunar, de la Tierra.  Una lucha titánica entre dioses, dos tipos de humanos diferentes, dos cosmovisiones del mundo distintas. Por un lado la concepción aria, solar, heroica, viril. El ario creador, civilizador, conquistador, guerrero. Frente a la concepción semítica, lunar, femenina, material. El judío usurero, materialista, cobarde y traicionero.

     En resumen, se puede decir que el ario fue por naturaleza guerrero, la gran mayoría de los otros pueblos y razas han pasado toda su existencia (salvo excepciones) recluidos en un punto geográfico, mientras que el ario fue aventurero, explorador y conquistador. Desde la zona del Cáucaso, diferentes tribus arias comenzaron a dispersarse, algunas hacia el este, a la zona del Tigris y del Éufrates, llegando a lo que hoy es la India, incluso, adentrándose en la milenaria China y en Japón (donde se encuentran los Ainu, fieles representantes de la familia aria); mientras que otras tribus arias se expanden por el oeste, hacia el Mediterráneo, Centro y Norte de Europa (tal vez en busca de la Thule Hiperbórea).

     Por otra parte, entre los descendientes de los arios siempre fue importante adorar a un dios de la guerra, para los germanos y sajones eran Wotan y Donnar; para los vikingos Odin, Thor y Tyr; para los celtiberos Neton; para los persas Mithra y Ahura Mazda; para los antiguos egipcios Amón-RA; para los celtas Téutatis, Lupus y Bel; Vahagan y Tork Angegh para los armenio; Ares y Marte para los griegos y romanos respectivamente; para el gran panteón indo-ario sus dioses principales Brahma (Agni), Vishnu (Indra) y Shiva (Surya) eran representados como dioses guerreros en tiempos de conflictos bélicos, principalmente en la primera etapa de conquista contra los elementos dravídicos que habitaban la India, y en donde la casta de los guerreros era de mayor importancia que la casta sacerdotal.

En fin, los arios no solo fueron pueblos guerreros, sino que también llevaron a las tierras que conquistaban su cultura, su arte y su religión. Sin embargo, para el ario la guerra no era algo material como lo es actualmente, era algo puramente espiritual, la guerra era una comunión entre el hombre y sus dioses, el hombre y su estirpe, entre la vida y la muerte.

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